Estados Unidos sigue apretando las tuercas a Huawei, una de las empresas tecnológicas chinas de más proyección internacional pero que Washington considera un brazo del ejército y del Partido Comunista Chino (PCC), al imponer nuevas medidas que dificultan la capacidad de la compañía para conseguir microprocesadores.
Las medidas adoptadas este lunes impiden que microprocesadores u otros componentes producidos por otras empresas pero realizados en parte o totalmente con software o hardware estadounidense sean adquiridos por Huawei.
En la práctica, esto supone que los principales productores de chips de Europa y Asia, como la holandesa NXP Semiconductors, la taiwanesa MediaTek o la coreana Samsung Electronics, solo pueden vender sus productos a Huawei si Estados Unidos lo autoriza.
Como señaló un alto funcionario del Departamento del Comercio de Estados Unidos durante una conferencia telefónica con medios de comunicación, las medidas anunciadas indican que Washington no cesará en presionar a Huawei.